miércoles, 16 de diciembre de 2009

LA REPÚBLICA ROBADA

Es un ensayo que Ricardo Bengolea editó en octubre del año 2009 con un contenido 267 páginas.
En la obra se realiza una crítica al gobierno de Néstor Kirchner y de su mujer, Cristina Fernández de Kirchner, convencido el autor que los nombrados, ejerciendo la Primera Magistratura de la Nación vulneraron practicamente todos los principios republicanos de gobierno.
Es la compilación de los artículos escritos por Bengolea desde el 2006 hasta el 27 de julio de 2009.
Son 51 artículos antecedidos por una cita de algún personaje histórico nacional e internacional como asimismo artículos de nuestra Constitución Nacional y el histórico voto del señor Vicepresidente de la Nación el Ing Julio Cobos desempatando la votación en el Senado rechazando la resolución 125 que perjudicaba al campo y a los pueblos del interior.

La totalidad de estos artículos los podrá leer en el BLOG: http://www.ricardobengolea.blogspot.com/

Durante la administración de Néstor y Cristina Kirchner se vulneraron principios constitucionales como la división de poderes, la libertad de prensa y expresión, la libertad económica, empresarial y el federalismo.

Se triplicó la pobreza y la indigencia en nombre de la justicia social. Iniciaron una lucha contra el sector agropecuario siendo este el más eficiente de la economía nacional mientras el Mundo requería como nunca nuestras materias primas. Se creció a pesar de Kirchner.

No respetaron la organización ni la tradición de los principales partidos políticos interviniendo maliciosamente en la vida interna de los mismos para socavar todo intento de oposición. Hubo complicidad de algunos dirigentes opositores.

No toda la culpa la tuvo el Gobierno. La oposición, salvo honrosas excepciones, no estuvo a la altura de las circunstancias dramáticas que le tocó vivir a la República.

La República robada es un testimonio duro acerca de la realidad incontrastable que significan el deterioro de la Justicia y la funcionalidad del Parlamento.
El Poder Ejecutivo actuó como una Monarquía absolutista avasallando los principios constitucionales, democráticos y republicanos.



PRÓLOGO


En la Argentina, como en la gran mayoría de los países latinoamericanos, se ha confundido el término Democracia con el de República.
Democracia es el ejercicio de votar y ser votado; de elegir y ser elegido para ocupar los diferentes puestos que se ponen a disposición de la voluntad popular.
El voto popular define la esencia de la democracia. El gobierno del pueblo.
Demos, por definición es pueblo, población o raza. Sin embargo Krátos no significa etimológicamente "gobierno" sino poder, fuerza, superioridad. Creo que los griegos nos estaban alertando sobre el poder oculto de esa acepción.
¿Superioridad del pueblo? ¿Gobierno de la mayoría sin reconocer a las minorías?
Se han cometido atrocidades a lo largo de nuestra historia en nombre de la democracia.
Adolfo Hitler es un claro ejemplo, donde la voluntad popular se equivocó al investirlo con la más alta distinción política, sufriendo los resultados de su poder tiránico y de exterminio.

No siempre la voluntad o el poder popular reconocen los derechos de las minorías.
Democracia y república forman parte de nuestro vocabulario político plasmado en la Constitución Nacional y en el respeto a la misma como ley suprema de la Nación.
Democracia en nuestra realidad, es lo contrario a totalitarismo.
Tanto Rosoosevelt como Winston Churchill, convirtieron a esta palabra en el denominador común contra los totalitarismos de Hitler, Mussolini y Stalin.

Con la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y las Declaraciones de Derechos francesa, se reunieron los ideales políticos fundacionales de la REpública, pues se plasmaron las libertades de corte civil, el respeto y la seguridad de la propiedad y el debido control entre los tres poderes del Estado. Pesos y contrapesos de la República encubierta británica. No debería existir preeminencia de un poder sobre el otro.
Cada poder controla a su par. conviven armónicamente el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, con sus reglas de juego y control expresamente establecidos en nuestra Carta Magna.

Otra de las características primordiales, fue el control oportuno de sus instituciones políticas, mediante una opinión pública atenta a los distintos actos públicos de sus representantes.
De acuerdo a los comportamientos de pueblo y gobierno en los últimos sesenta años de historia de nuestro país, la democracia fue esporádica.
Al reiniciarse el ciclo democrático con la Presidencia del Dr. Raúl Alfonsín, luego de prolongados años de oscuridad política, la misma se encontraba en su estado más primitivo. Lo mismo ocurrió con la República.
Los sucesivos gobiernos, no aportaron mucho para que se revirtiera ese estado original. Con cada administración se comenzaba un nuevo ciclo.
El anterior estaba agotado, no solo en los hechos sino en la mismísima voluntad popular. Como si se estuviera reciclando permanentemente, con el agravante de nunca llegar a perfeccionarse.
La injusticia social y la pobreza, son las muestras más dramáticas de que los ideales planteados en los albores de la democracia, no fueron alcanzados.
La corrupción y el mal manejo de la cosa pública, es la contracara de la República.

Cuando aceptamos vivir en la parodia del populismo, convalidamos con nuestros errores a los pillos de turno. Luego se transforman en tiranos a pesar de la democracia.
La República ha muerto.

Desde el año 2006 hasta julio del 2009, he intentado plasmar la realidad dfe nuestro país mezclando ironía y humor, como contrapunto a la falta de respeto que tanto el ex Presidente Kirchner como su mujer, la Presidente Fernández, han tenido para con su pueblo.

Tiraron por la borda los mejores años productivos del país, fruto de las inmejorables condiciones de comercio exterior. Tanto China como India demandaban lo que nosotros generábamos. Materias primas agropecuarias. Alimentos para un Mundo cada vez más desarrollado económicamente.
El país creció a pesar de Kirchner.


Se dejó la República a un costado y se pretendió crecer a tasas chinas, sin respetar la libertad y la Constitución Nacional.
En el totalitarismo político chino es posible


El ridículo conflicto contra el campo y por extensión, contra todo el interior profundo de la Argentina, ha marcado un antes y un después para toda la sociedad que permaneció durante décadas dormida y sin utopías.
Sin ideas. Resignada por el destino de decadencia y exclusión a que fue sometida, por tanta incapacidad y falta de ética republicana.

Sepa el pueblo votar.
Para que ello ocurra, hace falta que nos pongamos de acuerdo en que la raíz del mal es la falta de educación.
Vivir en democracia, es infinitamente más fácil que llevar a cabo los principios fundamentales de la República.
Si apostamospor la República, será más difícil que asuman los incapaces y los corruptos. La justicia estará atenta.
En caso que los jueces no sean justos y equitativos en sus sentencias, el Parlamento estará atento.
Si el Presidente de la Nación no se considera a si mismo el más importante de nuestros servidores públicos, con capacidad y honestidad, tanto la justicia como el Parlamento y la opinión pública estarán atentos.

Que no nos vuelvan a robar la República.
Para que ello no ocurra, debemos fortalecer los Partidos Políticos con nuestras ideas, nuestro compromiso y participación.
Fortalecer y respetar las Instituciones de la República.
En caso de duda, no reformar la Constitución Nacional.
Solamente aplicarla.
Así sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario